11 de febrer del 2014

PUNT I APART d'en Sebastià Miralles







PUNTO Y APARTE no es solo el título de la exposición presente, es un propósito que nace de la necesidad de revisar la producción realizada estos últimos años.
El profesor Roman de la Calle calificó mi actitud hacia la creación como la del Guadiana: a veces la corriente del agua va enterrada y en silencio y otras transcurre alegre y ligera entre matorrales y guijarros.
La creación en el arte, igual que en otros campos, depende mucho del talante del creador, hay quien es muy sistemático y hay quien es muy caótico, por citar dos extremos. Mi caso pertenece  al segundo grupo y  es precisamente por eso que periódicamente me veo obligado a parar de trabajar y recapitular para poder reflexionar y reorientar la creación. Entiendo que la creación escultórica es un fenómeno convergente donde conocimientos, métodos, técnicas y propósitos dibujan los objetivos que se han de trazar al comienzo de uno nuevo proyecto.
PUNTO Y APARTE es el punto de inflexión que debe permitir iniciar una nueva etapa productiva. Esta muestra que ahora teneis delante vuestro es el final de un ciclo. Un ciclo prologado por una serie de dibujos preparatorios, algunos de ellos, como siempre, darían paso a la construcción de un conjunto de esculturas que he expuesto en salas de exposiciones o se han hecho públicas al estar ubicadas en espacios urbanos. Dos libros de poemas son el techado de unas inquietudes que vienen a complementar lo que la escultura no permite decir o en todo caso, lo hace discretamente o tan solo lo insinúa.
Fruto de la evolución de los dibujos que he continuado haciendo durante este tiempo, (el dibujo es una condición necesaria para investigar nuevas posibilidades en escultura) son estas esculturas de pequeño formato, esculturas que son estudios compositivos y dan paso a formas más definidas y de mayor envergadura.
Los principios estéticos de la presente muestra han estado bien definidos por Assumpta Rosés en el ensayo que hace en el catálogo de la exposición El acento con que dices las cosas. También una aproximación interesante con respecto a mis dibujos la hace en el mismo catálogo Aldo Ternavassio al hablar sobre lo visible o lo invisible en mi obra gráfica.
No obstante debo añadir que la obra no es una definición estática de las pretensiones del escultor, bien al contrario, la obra vive gracias a la reinterpretación que el espectador hace en el momento que la contempla, en este sentido mi trabajo se presenta abierto, no son objetos que se cierran en sí mismos. Esperan de la sensibilidad y de la atención de quien se los mira para recrearlos, quieren constituirse, desde su autonomía, en artefactos dinamizadores de la conciencia a través de la sensibilidad.
De aquí la energía que piden al ser creados. Impregnar el objeto de esta energía no solo pide sabiduría y experiencia, exige al escultor entrega total y determinación en la acción constructiva, eso quiere decir: huir de toda rutina y atender a planteamientos inéditos e ilusionantes, buscar lo que aún no sabes como es, aunque intuitivamente lo percibes, y sobre todo, recurrir a una nueva aventura que ensanche el pensamiento creador.
Este es el gozo del artista y así lo debería de entender el espectador: con la fruición y el deseo de poder recibir nuevos estímulos que abren los sentidos hacia el Universo. Es por eso que ahora, de momento, lo que toca es hacer un PUNTO Y APARTE.  
Sebastià Miralles (septiembre 2011)






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